DIETA Y DIABETES...
Recomendaciones para controlar la diabetes:

Controla tu nivel de glucosa en sangre: Son recomendables alimentos que contengan un índice glucémico bajo, y preferiblemente azúcares simples, se recomienda el consumo de cereales integrales y alimentos rico en fibra.
Mantener un peso adecuado: Se aconseja seleccionar alimentos saludables y mantenerse físicamente activo, para evitar el sobrepeso y la obesidad.
Equilibrar la proporción de nutrientes: La relación óptima en el aporte de nutrientes es 65% carbohidratos, 15%de proteínas y 30% de grasas. La alimentación debe de aportar una cantidad adecuada de nutrientes esenciales como las vitaminas y los minerales, ácidos grasos esenciales, etcétera.
Debe tratarse de un proyecto individualizado y diseñado por un especialista que sa adaptea las necesidades de cada persona, sus preferencias y estilo de vida.
Hay que conseguir un nivel de lípidos en sangre adecuados: Los diabéticos, son uno de los principales grupo de riesgo de enfermedades cardiovasculares. Por ello, hay que tratar de cocinar con menos grasa y limitar el consumo de alimentos que son altos en grasas saturadas, ya que aumentan los niveles de colesterol.
Tratar de consumir los alimentos frescos y evitar los alimentos procesados, es preferible consumir frutas frescas, cereales o verduras frescas, que alimentos procesados como bollería industrial, comidas preparadas, conservas…
Disminuir o eliminar de su dieta la cantidad de alimentos ricos en grasa y los alimentos y bebidas altos en azucar.
Comer cinco veces al día: Mantener el equilibrio de glucosa en sangre, repartiendo la alimentación diaria. Es importante realizar la comida siempre a la misma hora, evitando omitir comidas y siguiendo el plan alimenticio trazado por el especialista lo mejor que se pueda. Masticar despacio.
Cuidar los riñones: El riñón suele ser un órgano afectado en los diabéticos, por lo que es recomendable cocinar con menos sal y disminuir los alimentos con alto contenido en sodio y beber mucho agua.
Limitar el consumo de bebidas alcohólicas.
Consumir alimentos ricos en fibra, disminuyendo la absorción de los hidratos de carbono.
Practicar ejercicio físico: La práctica del ejercicio físico constituye un elemento imprescindible junto con la dieta y la medicación. Mejora: la sensibilidad de la insulina, las cifras de tensión arterial, la reducción de peso, el perfil lipídico, la función cardiovascular y aporta sensación de bienestar.